domingo, 6 de diciembre de 2020

NEHEMÍAS. CAPÍTULO VI

 Intrigas de los enemigos

61Cuando Sanbalat, Tobíass, el árabe Guesen y el resto de nuestros enemigos se enteraron de que había reconstruido la muralla sin dejar ni una brecha -aunque todavía no había puesto las hojas de las puertas-, 2Sanbalat y Guesen mandaron a decirme:

-Ven a entrevistarte con nosotros en una de las aldeas de la vega de Onó.

3Venían con malas intenciones, y les contesté con unos mensajeros:

-Tengo muchísimo trabajo y no puedo bajar. No voy a dejar la obra parada para bajar a veros.

4Cuatro veces me mandaron a decir lo mismo y les contesté igual. 5A la quinta, Sanbalat envió a su criado con una carta abierta, 6que decía: <<Se oye comentar entre la gente, y así lo afirma Guesen, que tú y los judíos pensáis rebelaros, y que por eso has construido la muralla. 7Según esos rumores, tú serías el rey, y has nombrado profetas que te proclamen en Jerusalén rey de Judá. Esos rumores van a llegar a oídos del emperador. Ven, y decidiremos juntos lo que conviene hacer>>.

8Les respondí:

-Esos rumores de que hablas carecen de fundamento; son pura invención tuya.

9Querían intimidarlos, pensando que abandonaríamos la obra, dejándola a medio acabar. Al contrario, cobré nuevos ánimos.

10Por entonces fue a casa de Semayas, hijo de Delayas, hijo de Mehetabel, que se hallaba impedido, y me dijo:

-Vamos a meternos en el templo, dentro de la nave, y cerramos la puerta. Porque van a venir a matarte; piensan matarte esta noche.

11Le contesté:

-Un hombre como yo no huye ni se mete en el templo para salvar la vida. No voy.

12Pues caí en la cuenta de que no era Dios quien lo enviaba; me hizo esta <<profecía>> sobornado por Tobías y Sanbalat, 13para que me entrase miedo y actuase de esa forma, cometiendo un pecado que pensaban aprovechar para denigrarme y difamarme.

14Dios mío, acuérdate de lo que han hecho Tobías y Sanbalat; también de la profetisa Noadías y de los otros profetas que intentaron amedrentarme.

15El veinticinco de septiembre, a los cincuenta y dos días de comenzada, se terminó la muralla. 16Cuando se enteraron nuestros enemigos y lo vieron los pueblos circundantes se llenaron de admiración y reconocieron que era nuestro Dios el autor de esta obra.

17Por aquellos días era intensa la correspondencia epistolar entre los notables de Judá y Tobías, 18ya que muchos judíos se habían juramentado con él por ser yerno de Secanías, hijo de Araj, y porque su hijo Juan estaba casado con la hija de Mesulán, hijo de Berequías. 19Me contaban lindezas de él y a él le referían lo que yo hacía. Tobías siguió enviando cartas para intimidarme.

Explicación.

6 Habiendo fallado burlas e intimidaciones, los enemigos lanzan su ataque contra la cabeza. El capítulo presente esquematiza los hechos en varias intimaciones orales, una acusación escrita y un intento de desacreditarlo; se añade una nota de conjunto sobre Tobías. Como Sanbalat no puede firmar un mandato de comparecencia, ya que Nehemías es gobernador como él, sugiere una reunión a nivel de gobernadores. Nehemías no quiere reconocerle autoridad en los asuntos de Judá, y no se aviene a deliberar; puede decidir sin contar con el jefe samaritano.

6,6-7 Aunque redacta en forma de rumores, la carta contiene una acusación gravísima, sobre la que se cierne la sombra del rebelde Megabizo. Nehemías hubo de tener temple para resistir semejante villanía o estaba cierto del favor del emperador. 2 Sm 15-16.

6,8 La respuesta de Nehemías es sincera. En ninguna parte se insinúa o supone que fuera de estirpe davídica, y hemos visto el cuidado con que lo notan en el caso de un desconocido como Jatús hijo de Secanías (Esd 8,3). Por otra parte, Nehemías pertenecía a aquellos que habían aceptado la ordenación política como compatible con la condición histórica del pueblo y con la esperanza en un futuro "Germen" mesiánico, profetizado por Zacarías (Zac 3,9; 6,12-14).

6,10-14 Entra en escena un nuevo grupo, cuya existencia no sospechábamos: profetas de oficio, no exactamente al estilo de Ageo y Zacarías. Más bien parecen consultores especializados para resolver problemas con luz superior, como la profetisa Julda en tiempos de Josías (2 Re 22) o como el sacerdote esperado en Esd 2,63.

Lo que dice Semayas es verosímil. Basta recordar la suerte del gobernador Godolías (Jr 40,13-41,3). La diferencia es que Godolías no creyó que había peligro, mientras que Nehemías estaba en guardia y disponía de una escolta personal. Otra cosa es el consejo que da el profeta, en el cual no se parece a los profetas clásicos. Estos, o denunciaban un pecado para mover a la conversión, o anunciaban la desgracia inevitable, o exhortaban a la esperanza con la frase "no temáis". Por el contrario, estos profetas se convierten en agentes del miedo, lo cual traicionan sus intenciones. Ageo exhortaba: "¡Ánimo, Zorobabel; ánimo, Josué; ánimo, pueblo entero!"; véase también Zac 4,6-10. Nehemías es el sucesor de Zorobabel y el gran animador de las obras; por eso no puede permitirse una muestra de cobardía, so pena de desacreditarse y contagiar a los judíos. Puede recordarse también el salmo 11, entre la fuga y la confianza.

6,10 No está claro en qué consistía ese "impedimento"; algunos lo interpretan de un éxtasis profético, otros simplemente "confinado". El profeta recibía consultas en su casa, como Ajías ciego (1 Re 14) o Eliseo (2 Re 5). La propuesta cuenta con el derecho de asilo del templo, ofrecido a los hombres perseguidos sin defensa humana.

6,11 Sal 11.

6,1 Como los profetas denunciados por Miqueas: Miq 3,5, o como las profetisas de Ez 13.

6,13 "Pecado" o "error". Desconfiar de Dios era pecado, esconderse era error político. Ambas cosas, una mancha irreparable en la integridad y credibilidad del jefe. Pues "difamar" es precisamente el ultraje de los paganos que Nehemías quería eliminar; 1,3; 2,17; 5,9.

6,15-16 Terminadas las obras, la muralla es como una teofanía que inspira admiración y sobrecoge a los paganos. El verbo yr´ ha sido palabra clave de la sección: la estrategia de los enemigos ha sido amedrentar (6,9.13.14.19), cuando el "temor = respeto" del Señor es lo único que cuenta (5,9); ahora la admiración sobrecoge a enemigos y extranjeros (algunos manuscritos leen "temieron" en vez de "vieron").

Realmente no fue empresa menuda terminar las obras en menos de dos meses, en medio de la oposición externa y con dificultades internas. La obra era como un milagro de Dios, que había infundido tal confianza y tenacidad a los suyos.

6,17-19 Como un post scriptum. En la empresa de la muralla se ha revelado el peligro de los enlaces matrimoniales con extranjeros y rivales. Los enlaces creaban una red de parentescos y compromisos, quebrantando la lealtad al propio pueblo.

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ÍNDICE DE NEHEMÍAS.

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