domingo, 6 de diciembre de 2020

NEHEMÍAS. CAPÍTULO VIII

 Lectura de la Ley

81Entonces todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que se abre ante la Puerta el Agua, y pidió a Esdras, el letrado, que trajera el libro de la Ley de Moisés, que Dios había dado a Israel. 2El sacerdote Esdras trajo el libro de la Ley ante la asamblea, compuesta de hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón. 3Era a mediados de septiembre. En la plaza de la Puerta del Agua, desde el amanecer hasta el mediodía, estuvo leyendo el libro a los hombres, a las mujeres y a los que tenían uso de razón. Toda la gente seguía con atención la lectura de la Ley.

4Esdras, el letrado, estaba de pie en el púlpito de madera que había hecho para esta ocasión. A su derecha se encontraban Matitías, Sema, Anayas, Urías, Jelcías y Maseyas; a su izquierda, Dedayas, Misael, Malquías, Jasún, Jasbadana, Zacarías y Mesulán. 5Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo -pues se hallaba en un puesto elevado-, y cuando lo abrió, toda la gente se puso en pie. 6Esdras bendijo al Señor, Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: <<Amén, amén>>. Después se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra.

7Los levitas Josué, Baní, Serebías, Yamín, Acub, Sabtay, Hodivías, Maseyas, Quelitá, Azarías, Yozabad, Janán y Felayas explicaron la Ley al pueblo, que se mantenía en sus puestos. 8Leían el libro de la Ley de Dios traduciéndolo y explicándolo para que se entendiese la lectura. 9El gobernador Nehemías, el sacerdote y letrado Esdras y los levitas que instruían al pueblo, viendo que la gente lloraba al escuchar la lectura de la Ley, le dijeron:

-Hoy es un día consagrado al Señor, vuestro Dios. No estéis tristes ni lloréis.

10Después añadió:

-Id a casa, comed buenas tajadas, bebed vinos generosos y enviad porciones a los que no tienen nada, porque hoy es día consagrado a nuestro Dios. No ayunéis, que al Señor le gusta que estéis fuertes.

11Los levitas acallaban al pueblo, diciendo:

-Silencio, que es un día santo; no estéis tristes.

12El pueblo se fue, comió, bebió, envió porciones y organizó una gran fiesta, porque había comprendido lo que le habían explicado.

La fiesta de las Chozas (Lv 23,33-43; Dt 16,13-15)

13Al día siguiente, los cabezas de familia de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas se reunieron con el letrado Esdras para estudiar el libro de la Ley. 14En la Ley que había mandado el Señor por medio de Moisés encontraron escrito: <<Los israelitas habitarán en chozas durante la fiesta del mes de octubre>>.

15Entonces pregonaron en todos sus pueblos y en Jerusalén:

-Id al monte y traed ramas de olivo, pino, mirto, palmera y de otros árboles frondosos para construir las chozas, como está mandado.

16La gente fue, las trajo e hicieron las chozas; unos en la azotea, otros en sus patios, en los patios del templo, en la plaza de la Puerta del Agua y en la plaza de la Puerta de Efraín. 17Toda la asamblea que había vuelto del destierro hizo chozas, habitaron en ellas -cosa que no hacían los israelitas desde tiempos de Josué, hijo de Nun- y hubo una gran fiesta. 18Todos los días, del primero al último, leyó Esdras el libro de la Ley de Dios. La fiesta duró siete días, y el octavo tuvo lugar una asamblea solemne, como está mandado.

Explicación.

8-10 Sigue una serie de ceremonias y fiestas litúrgicas que se celebran apenas terminado el verano y las faenas del campo: lectura pública de la Ley, fiesta de las Chozas, liturgia penitencial, alianza con Dios. A lo largo de las tres primeras se lee el libro de la Ley, en la alianza final culmina la celebración.

El calendario oficial recogido en el Levítico no nos aclara la relación de las diversas ceremonias aquí descritas: señala fiesta el primero del mes séptimo (mediados de septiembre); el día diez pone la fiesta de la Expiación; del día quince al veintiuno, la semana de las Chozas (Lv 23; Nm 29); según Dt 31,9-13, la lectura de la Ley se repetirá cada siete años en la fiesta de las Chozas.

8,1 Da la impresión de que la ceremonia se celebra por iniciativa popular y en sitio profano; mientras que las ceremonias litúrgicas eran convocadas por los sacerdotes. Actúa Esdras, no el sumo sacerdote Eliasib o Yoyadá: quizá porque éste no era partidario o entusiasta de la reforma. Junto a Esdras encontraremos a Nehemías, en buen acuerdo del poder civil con un representante del religioso, en sucesión aproximada de Zorobabel y Josué (sucesor de David y sumo sacerdote). Algunos piensan que la presencia de Nehemías en el v.9 se debe a la adición de un glosador. El libro leído podría ser el Deuteronomio de Josías, quizá ampliado (2 Re 22), o un Pentateuco relativamente completado: es decir, narración, Ley y parénesis, que ofrecía lectura para bastantes días.

8,2 Dt 31,12 menciona "hombres, mujeres, niños y emigrantes". Y una adición del v.13 incluye también a los niños antes del uso de razón.

8,3 Dt 31,9-13.

8,4 Incluido Esdras, aparecen catorce personas en la tribuna.

8,5 El rito indica que se va a escuchar la lectura como Ley o instrucción del Señor.

8,8 Es dudoso y discutido el sentido de la palabra hebrea mprs. Si le damos el sentido de "traducir", indicaría que el pueblo ya no entendía el hebreo y necesitaba una traducción aramea. Si traducimos "a trozos", indicaría que Esdras leía desde su púlpito una sección o perícopa y los levitas la repetían en grupos a su alcance, y la comentaban.

8,9 El llanto del pueblo podía deberse a las amenazas y reproches que escuchaban (como en Jue 2,4). Era un gesto de compunción anticipada, que se debía reservar para la liturgia penitencial.

8,10 La última frase se podría traducir: "el gozo (= la fiesta) del Señor será vuestra fuerza". El gozo ha de ser compartido por todos, como enseña Dt 26,11 y 16,11.

8,13-14 La cosa se cuenta como si la fiesta hubiera caído en desuso y la lectura atenta de la ley hubiera impulsado a restaurarla. La legislación de Dt 16,15 no habla de habitar en chozas o sombrajos; es cosa que añade Lv 23,39-43 a las disposiciones genéricas de Lv 23,33-36, después de los versos conclusivos 37-38. Puede ser que la fiesta se celebrase, pero no con el rito de vivir al aire libre durante una semana. (Tampoco se habla del rito en Esd 3,4-5).

8,17 En rigor, aquellos judíos no habían vuelto del destierro, sino que habían nacido en Judá. Pero como los israelitas antes del destierro eran "los salidos de Egipto", así los judíos son ahora "los repatriados".

El destierro marca un nuevo comienzo de salvación, que es conmemorado en la fiesta de la peregrinación. Esto apoya la mención de Josué aquí, aunque en ninguna parte se lea que Josué hubiera celebrado tal fiesta (celebra la Pascua nada más entrar en la tierra prometida Jos 5).

También puede tener sentido hiperbólico, al estilo de 2 Cr 30,26 (desde el tiempo de Salomón) y 35,18 (desde el tiempo de Samuel).

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